Filosofía del Seminario

Se definen las máximas que caracterizan y le dan identidad al Seminario Mediator Deí, garantizando el formarse según los lineamientos de esta rama de la Iglesia. a saber:

Misión

Formar de manera integral a los llamados al sacerdocio dentro de esta falange de la Iglesia Universal de Cristo, para anunciar el Evangelio y vivir la fe en Jesucristo en medio de las comunidades mediante la Sagrada Liturgia.

Visión

En el 2030 el Seminario Mediator Dei será reconocido como centro de Formación humana, espiritual y sacramental del clero de esta rama de la Iglesia de Cristo. Posibilitando a los llamados por el Señor mediante la acción del Espíritu Santo, el poder seguir ejerciendo el sacerdocio de Jesucristo con una formación integral.


Propósito Central

Formarse para vivir la fe, la vida sacerdotal y la celebración de la Sagrada Liturgia con mística y piedad para llegar a la santidad personal y la del Pueblo de Dios. 

Patrono: San José

Padre putativo de Jesús, hombre casto y puro que aceptó la voluntad de Dios para tomar a María como esposa, su fiesta se celebra el 1 de mayo, la Iglesia lo celebra como la Fiesta de San José Obrero, padre y custodio del Señor, y patrono de los trabajadores. Esta celebración coincide con el Día Mundial del Trabajo y fue instituida en 1955 por el Papa Venerable Pío XII, ante un grupo de obreros reunidos en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.

El Santo Padre pidió en esa oportunidad que "el humilde obrero de Nazaret, además de encarnar delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual sea también el próvido guardián de todos y de las familias".

El Seminarista del Mediator Dei ve en San José el ejemplo de la obediencia y la aceptación de la voluntad de Dios en su vida. Trabajar de manera abnegada en pro de la construcción del Reino de los Cielos, Ser modelo de ejemplo como padre casto y entregado a la familia, teniendo como principio la Sagrada Familia de Nazaret. 

Oración a San José

Artesano y trabajador,

oh humildísimo José,

las clases obreras debieran mirarte

como especial patrón y modelo suyo

las clases trabajadoras de nuestros días.

Como ellas ganaste pan con el sudor de tu frente,

y endureciste las manos manejando la tosca herramienta.

Las muchedumbres obreras de hoy

desdeñan mirarse en ti,

por seguir siniestros ideales

con que trastornan sus cabezas mentirosos redentores.

Por ellas y por su suerte,

y por la eficaz restauración de sus derechos en Cristo se interesa,

más que la Liberación embustera,

la Iglesia de Dios.

Ruega, Santo obrero,

por esas clases desheredadas

¡ay! En tu Hijo,

de las esperanzas del cielo

y de los consuelos de la resignación.

Pide por ellas a Jesús,

tu compañero de taller,

gloriosísimo San José.

Amén

Nuestros Valores

  • Humildad: El candidato a la vida sacerdotal vive su momento formativo sabiendo sus propias limitaciones y debilidades para llevar un proceso sincero y transparente ante los ojos de Dios y de la Iglesia.
  • Generosidad: El candidato a la vida sacerdotal da a corazón abierto todo de sí para vivir un proceso genuino y noble sin guardarse nada.
  • Castidad: El candidato a la vida sacerdotal se prepara para vivir su opción vocacional desde su realidad matrimonial o en su vida célibe, pero elevando su ser en la consagración a Dios.
  • Paciencia: El candidato a la vida sacerdotal fortalece la virtud que lo lleva a configurar su vida plana en Cristo Jesús, viviendo cada momento a plenitud y dejando que el tiempo de Dios actúe en su ser.
  • Caridad: El candidato a la vida sacerdotal vive el amor a Dios y al prójimo en todo momento, ejemplo de Cristo entre sus hermanos.
  • Diligencia: El candidato a la vida sacerdotal se preocupa por su proceso de formación y participa activamente para lograr los aspectos relevantes necesario para asumir una vida consagrada como sacerdote y ministro del altar.
  • Santidad: El candidato a la vida sacerdotal tiene puesta su mirada en la meta de santificación, y hace que su vida ordinaria se convierta todo ella en extraordinaria para Dios. 

Símbolos

Escudo: reúne todos los elementos de la espiritualidad del Seminario Mediator Dei donde la cruz refleja el sacrificio del Hijo de Dios, la hermandad, la Sagrada Eucaristía y el Pastor que guía a su rebaño. Además, la cruz Tau refleja la espiritualidad del santo de Asís relacionada con la fraternidad que debe vivirse en el ambiente de estudio y por último la frase del Ser y Parecer, el mundo moderno plantea muchas formas de seguimiento de Cristo, pero mucho dicen pero no parecen, es necesario tener sintonía entre lo que decimos que somos y lo que hacemos y cómo nos ven los demás.

Lema: 

Continuar el oficio sacerdotal de Jesucristo, sobre todo mediante la Sagrada Liturgia

Los Sacerdotes formados en el Mediator Dei viven las Eucaristía como su centro, donde la dimensión mística conlleva no caer en los excesos sino vivir la esencia y el misterio que debe vivirse en el altar del sacrificio.

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